PDF Material Repartido (Elaborado por Grupo Antithesi).
El proceso de expansión acelerada a escala mundial del modo de producción capitalista en el siglo XX significó la transformación total de la biósfera, la alteración de un equilibrio ecológico del planeta forjado durante los últimos 10 milenios. A escala planetaria, esta transformación tiene como principales aspectos: el aumento de la temperatura media del planeta, la pérdida de biodiversidad, la perturbación de los ciclos del carbono, el nitrógeno y el fósforo (entre otros) y la acidificación de los océanos. A escala local, las manifestaciones van desde el aumento de la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, inundaciones y sequías prolongadas, hasta la aparición de nuevas enfermedades.
Para los deterministas e ideólogos que sostienen la "economía ambiental", la destrucción de las precondiciones naturales de satisfacción de las necesidades sociales de los seres humanos es el resultado de un conflicto esencial entre la humanidad y la naturaleza extrahumana. De esta manera oculta que es el modo de producción capitalista el que, al reproducir sistemáticamente la separación y alienación de la sociedad respecto de la naturaleza, implica una alteración permanente de lo natural en todas sus manifestaciones.
Mientras el Capital diseña políticas ambientales posibilitadoras del sostenimiento de la maquinaria en torno a la mercantilización de la naturaleza, diversas luchas sociales contra la explotación, el saqueo y la destrucción de la naturaleza emergen en cada rincón del mundo. Las posibilidades de trascender la mera resistencia a los embates de un sistema destructivo en agonía, están dadas en gran medida por la capacidad de las comunidades humanas de superar las ideologías que el mismo Capital ha impuesto y que funcionan como obstáculos reales a la emancipación total.
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